Dieta Saludable

¿Cómo ayuda la dieta a la respiración?


Una dieta equilibrada con un elevado consumo de fruta, verdura y pescado reduce el riesgo de aparición de enfermedades pulmonares, especialmente en personas con problemas respiratorios como el asma, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o el Síndrome de apnea-hipopnea del sueño (SAHS).

El alimento es el combustible que nuestro organismo necesita para realizar cualquier actividad, incluyendo la respiración. Una dieta equilibrada y nutritiva contribuye a un sistema inmune fuerte y a prevenir las enfermedades respiratorias.

En el caso de los pacientes con problemas respiratorios, la dieta saludable no curará la enfermedad, pero consumir ciertos alimentos puede ayudar a mejorar el bienestar general y la capacidad física, y combatir y/o prevenir infecciones. Seguir una dieta equilibrada y nutritiva, como la Mediterránea, es, según numerosos estudios, beneficioso para la salud de los pacientes con enfermedades respiratorias.

Los neumólogos recomiendan alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas A, C y E, y algunos minerales como el zinc o selenio, pues todos ellos ayudan a reducir la inflamación de las mucosas de las vías respiratorias. La vitamina A puede obtenerse de alimentos de origen animal, como el hígado, las grasas lácteas y yema de huevo, o en algunas frutas y verduras, como la zanahoria, calabaza, melocotón, albaricoque o espinacas. Las frutas, como la naranja, mandarina, limón, pomelo, kiwi, tomate o pimiento tienen un gran contenido en vitaminas C y E, al igual que el aceite de oliva virgen extra o el germen de trigo. También se recomienda una dieta rica en ácidos grasos omega 3, como los del pescado azul.

Y es que, resulta fundamental mantener una dieta sana y equilibrada, con alimentos que faciliten el proceso de digestión y favorezcan que el oxígeno llegue a los pulmones. Por ello, los expertos recomiendan no abusar de comidas grasas o especiadas, limitar la sal y la cafeína, y evitar alimentos flatulentos, como judías, repollo, coliflor, pepinos, puerros, guisantes, lentejas o rábanos.